Fue tan mío total instante, tan
enajenante trance que la noche cerro sus ojos para no interferir. De puro amor
tu vuelo nocturno se apego a mi sueño.
“Yo estaré ahí y te ayudaré a respirar,
me dijo”
Y es que del querer dejar de existir
cuando el alma te dice que vana es ilusión de amarte una vez más en este mundo
de señas diferentes, de acuerdos no satisfechos en la simiente, más si en el goce de carnes que de sensaciones se viste y de mirar como una y
otra vez nos diluimos en una abismante
nada, que todo lo soporta; en la cima de mi sed sé que me asistes, más el canto
tuyo lleno de dudas, acaparada por un pasado donde tus jóvenes manos ignoran
aún cual espada usarán para cortar de raíz aquello que ahoga los mejores
impulsos; y aunque no lo creas depende
de mí o de lo masculino en ti que vibra con la idea de su complemento.
Estaba yo sabiendo, asumiendo el dolorido
aspecto, el trance que deja el abuso de las potencias que circulan mis
tinieblas del encanto cuando no acatas
reglas que en justicia y en honor a la verdad no puedes ni debes saltar,
y al quedarme dormido pensando en ti, asumido fui…
Y en
idea de primigenia naturaleza, enraizada en lo mejor que del caos surge
a los sentidos, una voz, un sonido, una instancia...
“Estas para reinar sobre todo ser
viviente, y sobre toda criatura inconsciente, no temas a tu destino”
¿Puedes Creerlo?
pues eso escuche...
Y
he de pedir disculpas a quien gobierna mi estirpe, por ser privilegio
conocer del más allá lo sincera que es la muerte…
¿Si fue tu respiro, simple mirar o latido
de tu gran corazón al palpitar?
¡Celebrarlo debes!
Y es que en ese estado de liviano viaje
sin rastro que cotejar, salvo por los que
de amor nutren su hacer y son conscientes de la estructura etérica del
pequeño yo;
observando vi, muchos sueños que ya viví y…
Este vino
a mí en avalancha
¡Oh grandioso frenesí!
Y se unió a vestidos de mi yo
astros
testigos eran,
auditorio
en sueño de amor
que con rubor se extendía
en materia que es un gozo
contemplar en oscuridad del día…
Diminuto ser
que de amor en su corazón
regalaba húmedos suspiros
alcanzando flores y
arboles del bosque
que sol de medio día evaporándolos
convertirá en itinerantes nubes en otro clima
y éstas
lluvia allegada la hora
del ritual celeste que dirigen ondinas.
y era un hada
una sutil caricia a manera de la brisa
inspiración en el corazón mío alojó
¡Y amé ese respiro como ruiseñor ama su
canto trovador!
y era su aire entero que recorría
porción de tierra mía
como un abismo
que de querer ajustarse palpita
mirando el horizonte que se agita
buscando labios que ceguera impide asumir
y deshidrata la vida
el hada mía con sus alitas recogidas
***Dona soplo de su don a mí y plasmo
esta osadía***
Y de la gracia:
Sea mi palabra cierta para aquellos que
liberados de inquietudes, asumidos como hermanos en la verdad que “último
enemigo a vencer es la muerte“ como dijera uno de los grandes, un beso abrazo y
mis respetos por seguir mis trazos, bendiciones a su verdad y belleza a su
entorno.
El reloj dio las 04:50 AM., se tiro de la cama y fue a la
ducha, de regreso en el dormitorio ella,
desnuda aún dormía plácidamente, él se vistió y se acerco al rostro de la
mujer.
Deposito un beso en su mejilla,
acaricio su antebrazo y dijo suavemente
como manteniendo la voz en suspenso;
¡Te amo!
y salió de la habitación,
Ella abrió sus ojos, rodaron con
facilidad lágrimas por su mejilla, quiso exclamar;
¡Yo también te amo!
Aun que su voz se ahogo en el interior
lloro al vacio en la habitación, sintió golpe de la puerta de salida al
cerrarse y con ímpetu de juventud salto de la cama semidesnuda
arrastrando la sabana, corriendo por el pasillo salió a la calle con
desesperación solo para que le escuchara que también le amada y que tenía miedo
de no volver a verle, pero la figura de su esposo ya había desaparecido,
comenzaba a llover y sus lagrimas se confundían con las del cielo…
Seis
meses después recibiría una carta, esta comunicaba que su esposo había
muerto en combate heroicamente y que se le reconocería con honores y que el país
se sentía orgulloso de haber contado con sus servicios.
Ella no le pudo avisar que la
acompañaba en su vientre un bebe en gestación de 24 semanas... y que al parecer
era una bebé para el llorar
¡Y en esa piel de hembra en plenilunio constante a mis ojos
extensiva adoración!
Si
te adoro
ya
abatida la hesitación
se allega
constante
flor
¡Venezuela tiene en Orquídea su ilusión
la mía
tu
hoy te vistes de color en esa Patria
que late en mi corazón
fluyen del cosmos
anuencias
instantáneas
Nebulosas
hicieronse
aguacero
arpegio del alma mía
agua viva
y sentimientos
ríos
desértica
queda
mi palabra
Oh Kronos báculo que dejara en muertes ajenas a despertar con mi estrella sea hoy rayo que guie sus pasos y el amor que escapa de mis manos a su rostro opalescente acaricie mientras impregnase en luz
de mi poética suicida
por todo su garbo
entonces
¡Potencias tomad de mi tributo!
acallad comparsa, carrusel del festejo en cuerpo que me atrae deteneos
ímpetu y brío
al amor que siempre bendigo
¡Proclamo!
vea ella en sus adentros llama que nos atrapa no se descompone y en silencio
sola presencia aviva fuego en
ínfimo
ganso
terrestre
que ama Aquello que le oculta y que en mundo de mortales es suicidio
aún así
alegría a su indomable espíritu
que no vislumbra
luna menguante
al galope entre nubes que parecen algodones
hacen de mi pecho abierto
frescor de un oasis
en latidos
arrancados a una pócima
en ecuatorial celeste
de otra batalla
que nos hizo polvo
al expirar
Aquello
que no debo nombrar
por ser nuestra cimiente
ya por lo que
en ese entonces
como
ahora
era
temporal
cuerpo
¡Todo mi accionar es una constante y parte de un todo mayor; y el cuerpo semblante!