jueves, 28 de junio de 2012

Y AME ESE RESPIRO COMO RUISEÑOR



Fue tan mío total instante, tan enajenante trance que la noche cerro sus ojos para no interferir. De puro amor tu vuelo nocturno se apego a mi sueño.



“Yo estaré ahí y te ayudaré a respirar, me dijo”



Y es que del querer dejar de existir cuando el alma te dice que vana es ilusión de amarte una vez más en este mundo de señas diferentes, de acuerdos no satisfechos en la simiente,  más si en el goce de carnes que  de sensaciones se viste y de mirar como una y otra vez  nos diluimos en una abismante nada, que todo lo soporta; en la cima de mi sed sé que me asistes, más el canto tuyo lleno de dudas, acaparada por un pasado donde tus jóvenes manos ignoran aún cual espada usarán para cortar de raíz aquello que ahoga los mejores impulsos;  y aunque no lo creas depende de mí o de lo masculino en ti que vibra con la idea de su complemento.

Estaba yo sabiendo, asumiendo el dolorido aspecto, el trance que deja el abuso de las potencias que circulan mis tinieblas del encanto cuando no acatas  reglas que en justicia y en honor a la verdad no puedes ni debes saltar, y al quedarme dormido pensando en ti, asumido fui…

Y en  idea de primigenia naturaleza, enraizada en lo mejor que del caos surge a los sentidos, una voz, un sonido, una instancia...



“Estas para reinar sobre todo ser viviente, y sobre toda criatura inconsciente, no temas a tu destino”



¿Puedes Creerlo?

pues eso escuche...

Y  he de pedir disculpas a quien gobierna mi estirpe, por ser privilegio conocer del más allá lo sincera que es la muerte…

¿Si fue tu respiro, simple mirar o latido de tu gran corazón  al palpitar?



¡Celebrarlo debes!



Y es que en ese estado de liviano viaje sin rastro que cotejar, salvo por los que  de amor nutren su hacer y son conscientes de la estructura etérica del pequeño yo;

  observando vi, muchos sueños que ya viví y…





Este vino  a mí en avalancha



¡Oh grandioso frenesí!



Y se unió a vestidos de mi yo

astros  testigos eran,

auditorio  en  sueño de amor

que con rubor se extendía

en materia que es un gozo

contemplar en oscuridad del día…

Diminuto ser

que de amor en su corazón

regalaba húmedos suspiros

alcanzando flores  y  arboles  del bosque

que sol de medio día evaporándolos

convertirá  en itinerantes nubes en otro clima



y éstas

lluvia allegada la hora

del ritual celeste que dirigen ondinas.

y era un hada

una sutil caricia a manera de la brisa

inspiración  en el corazón mío alojó



¡Y amé ese respiro como ruiseñor ama su canto trovador!



y era su aire entero  que recorría 

porción de tierra mía

como un abismo

que de querer ajustarse palpita



mirando el horizonte que se agita

buscando labios que  ceguera impide asumir

y deshidrata la vida

el hada mía con sus alitas recogidas



***Dona soplo de su don a mí y plasmo esta osadía***



Y de la gracia:

Sea mi palabra cierta para aquellos que liberados de inquietudes, asumidos como hermanos en la verdad que “último enemigo a vencer es la muerte“ como dijera uno de los grandes, un beso abrazo y mis respetos por seguir mis trazos, bendiciones a su verdad y belleza a su entorno.







Maht-27-06-2012-01:23 hrs

Soy creador en Tinieblas  Encantadas

ADIOS SIN DESPEDIDA



Los hombres mueren, las mujeres les lloran






El reloj dio  las 04:50 AM., se tiro de la cama y fue a la ducha, de regreso en el  dormitorio ella, desnuda aún dormía plácidamente, él se vistió y se acerco al rostro de la mujer.

Deposito un beso en su mejilla, acaricio su antebrazo y  dijo suavemente como manteniendo la voz en suspenso;

¡Te amo!

y salió de la habitación,

Ella abrió sus ojos, rodaron con facilidad lágrimas por su mejilla, quiso exclamar;



¡Yo también te amo!



Aun que su voz se ahogo en el interior lloro al vacio en la habitación, sintió golpe de la puerta de salida al cerrarse y con  ímpetu de  juventud salto de la cama semidesnuda arrastrando la sabana, corriendo por el pasillo salió a la calle con desesperación solo para que le escuchara que también le amada y que tenía miedo de no volver a verle, pero la figura de su esposo ya había desaparecido, comenzaba a llover y sus lagrimas se confundían con las del cielo…

Seis  meses después recibiría una carta, esta comunicaba que su esposo había muerto en combate heroicamente y que se le reconocería con honores y que el país se sentía orgulloso de haber contado con sus servicios.

Ella no le pudo avisar que la acompañaba en su vientre un bebe en gestación de 24 semanas... y que al parecer era una bebé para el llorar





Maht-24-06-2012-23:29hrs.

Soy Creador de Tinieblas Encantadas

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